9 de enero, el recuerdo del domingo sangriento y la revolución de 1905

Vladimir Makovsky. 1905

Aquel 9 de enero (dia 22 según el calendario gregoriano) cientos de miles de trabajadores y trabajadoras se manifestaban a las puertas del Palacio de Invierno tras una semana de huelga. Esta vez ya no sólo acudían con demandas económicas, también había una serie de demandas políticas como la convocatoria de una asamblea constituyente. Hartos de la torpe y lenta burocracia zarista, se redacta una resolución con las peticiones de los obreros con la intención de que el sacerdote Georgy Gapón se la entregue directamente al Zar.

Además de una asamblea constituyente para que el pueblo tuviera representación se plantean otras demandas: libertad de reunión, de prensa, de expresión. Se pide también educación pública, impuestos progresivos, jornada laboral de 8 horas, amnistía de presos políticos etc. 

Pintura de Ivan Vladimirov

Columnas de manifestantes salían temprano desde los suburbios de Petrogrado. Portaban crucifijos y retratos religiosos, para demostrar su actitud pacífica. Entonaban himnos religiosos y patrióticos como "Dios salve al Zar", macabra paradoja. El Zar Nicolás II había abandonado la ciudad el día anterior. Todas las columnas tenían previsto concentrarse en el Palacio de Invierno. Una de las columnas al llegar al Arco del Triunfo de Narva se encontraba cara a cara con los soldados.

Soldados montados a caballo comenzaron a disparar y a tirar bombas contra la multitud de una forma inesperada. La multitud corría despavorida con gritos, gemidos de dolor y el ruido de las balas como ruido de fondo. ¡Adelante camaradas, es la libertad o la muerte! se escucha mientras la masa se concentra de nuevo para atacar a los soldados en medio del miedo y la indignación. Los soldados siguen disparando a la multitud desarmada. En otros puntos de la ciudad se repite la misma escena.

Grabado sobre lo acontecido en el Arco del Triunfo de Narva

Las cifras de muertos y heridos no se saben con exactitud. La Enciclopedia Soviética de 1930 cifra en 200 muertos y 800 heridos el balance de aquel domingo. El domingo sangriento sirvió para poner a todo el país en pié. Las huelgas en las fábricas y los alzamientos en el campo se produjeron a lo largo y ancho de Rusia durante 1905. El pueblo ruso ya sabía hasta donde podía llegar el zarismo criminal, y para ello dio un salto cualitativo en la forma de enfocar sus protestas: abandonó el espontaneismo inocente de aquel día, y puso en marcha una serie de consejos: habían nacido los soviets. El proletariado y el pueblo ruso, gracias a la experiencia conseguida en las luchas de 1905, estaba mejor preparado para cumplir con su tarea histórica.

Ayer, centenares de personas se manifestaron en Moscú para protestar contra el fraude de las pasadas elecciones rusas y para conmemorar el aniversario del Domingo Sangriento. La manifestación contó con la presencia del líder del AKM (Vanguardia de la Juventud Roja), Sergei Udaltsov, recién liberado de su detención por la participación en una manifestación a finales de diciembre. Los pueblos soviéticos tienen sed de conseguir lo que les pertenece, sin olvidar que los derechos no se reciben, se conquistan con sudor, lágrimas y sangre. ¡2012 como 1905!

Imagen de la manifestación de ayer en Moscú