domingo, 28 de abril de 2013

La nostalgia por la URSS hace que existan restaurantes como éste



En una ciudad situada en la ribera del Volga, en Samara, se encuentra este original restaurante ambientado en las décadas soviéticas de los 50 y 60. Un restaurante con temática soviética alojado en lo que fue un apartamento familiar construido en el siglo XIX, con el fin de ofrecer al comensal un viaje en el tiempo hacia la época soviética.

El toque soviético no sólo está presente en la decoración, también está en la cocina. Los platos se cocinan con las mismas recetas y los mismos utensilios que se utilizaban entonces. Samara tiene una gastronomía rica y variada, debido a que fue un lugar de encuentro entre diferentes nacionalidades: rusos, tártaros, judíos, alemanes, kazajos, polacos, chuvashios, mordvinos etc. Durante siglos, esa mezcla de tradiciones hicieron que Samara desarrollara su propia gastronomía.
Gran parte de la decoración proviene de los clientes que deciden donar objetos al restaurante. Grandes grupos de personas eligen este sitio para celebrar cumpleaños, bodas, cenas de amigos, etc.

Muchas personas en toda Rusia aún lloran la caída de la URSS. Es emocionante ver a gente mayor en este restaurante, viajando a su verdadera patria a través de un viaje en el tiempo. Una patria construida por los defensores de la Revolución de Octubre, por los soldados que combatieron la invasión nazi, y hoy mayoritariamente anhelada. 

Podría pensarse que este restaurante es un mero culto al tiempo pasado, pero la realidad es que una gran mayoría de rusos creen que se vivía mejor en los años 60 o 70 tal y como afirma esta encuesta.

Carpa rellena (arriba) y vino caliente
Bodas, aniversarios y todo tipo de celebraciones eligen este restaurante

domingo, 21 de abril de 2013

El recuerdo de Lenin en su ciudad natal, en el aniversario de su nacimiento

El 22 de abril de 1870, en una ciudad a orillas del río Volga, María Ulyanova daba a luz a un niño que posteriormente pasaría a la historia de la humanidad: Vladimir Ilich Ulyanov.

En abril de 1970, Lenonid Brezhnev inauguraba este complejo dedicado a Vladimir Ilich Ulyanov en el centenario de su nacimiento. Pero el germen de la idea de rendir homenaje al líder de la Revolución de Octubre lo tenemos en 1918, cuando los bolcheviques de Simbirsk instalan una placa en uno de los domicilios en los que vivió este ilustre vecino. En 1924, tras la muerte de Lenin, la ciudad abandona su nombre de Simbirsk para pasar a llamarse Ulyanovsk en homenaje a Vladimir y a toda su familia.
Domicilio de la familia Ulyanov entre 1877 y 1887
Vivienda en la que nació Lenin
En la casa en la que vivió Lenin, se inauguró en 1923 un pequeño museo, que constaba de cuatro secciones: La vida de Lenin, las actividades bolcheviques en la provincia, la historia de la Revolución de Octubre y una última sección dedicada al Partido.

En 1930 se plantea la necesidad de construir un gran memorial que incluiría monumentos, salas de museo, bibliotecas etc. El monumento se levanta en 1940, pero el resto del proyecto queda paralizado debido a la guerra contra la ocupación nazi y a la posterior reconstrucción del país. En la década de los 60 se retoma la idea, se organiza un concurso para elegir el mejor proyecto de memorial. Son elegidos para desarrollar el proyecto los arquitectos B. Mezentsev , M. Konstantinov G. Isakovitch.


Se construye un gran edificio, flanqueado por algunas de las viviendas en donde vivió la familia Ulyanov. Este edificio consta de un museo dedicado a Lenin, un salón de actos, salas de conferencia, biblioteca, cafetería etc. La principal sala de exposiciones se encuentra en el tercer piso, en donde encontramos en el centro una estatua de Lenin de cinco metros en mármol blanco. También existe una casa de formación política, que en tiempos soviéticos era utilizada como Universidad de Marxismo Leninismo.

En 2008 el alcalde de la ciudad pidió renombrar la ciudad con el nombre de Simbirsk. La indignación entre los vecinos de la ciudad paralizó el cambio de nombre, una ciudad que prefiere seguir teniendo el honor de tener un nombre dedicado a su más ilustre vecino de todos los tiempos.
Interior del museo
Estatua dedicada a Maria Ulyanova, con el jóven Vladimir
De entre todas las estatuas de Lenin, es de las más curiosas, porque lo representa en la adolescencia

viernes, 12 de abril de 2013

Nuestro Gagarin




El 12 de abril de 1961, partía desde Baikonur la nave Vostok llevando a bordo al primer ser humano en viajar al cosmos. La URSS, en apenas 40 años de existencia, acababa de enviar al espacio a un ser humano. Para conmemorar aquel hito para la humanidad y para el socialismo, el 12 de abril fue declarado día de la cosmonáutica. 

Les dejamos este documental soviético, realizado en la URSS con motivo del X aniversario del vuelo de Yuri. También queremos destacar los humildes orígenes del primer hombre en alcanzar el cosmos, con un fragmento de su autobiografía "El camino del Cosmos":
"Nací en el seno de una familia de lo más corriente, que en nada se distingue de otros millones de familias de trabajadores de mi patria socialista. Mis padres son unos rusos sencillos, a quienes la Gran Revolución Socialista de Octubre les abrió, como a todo nuestro pueblo, el ancho y recto camino de la vida.

Mi padre, Alexei Ivanovich Gagarin, era hijo de un campesino pobre de la región de Smolensk. No tenía más instrucción que la que había adquirido en los dos primeros grados de la escuela parroquial. Pero, curioso por naturaleza, adquirió luego numerosos conocimientos de forma autodidacta. En nuestra aldea, situada cerca de Gzhatsk, tenía fama de ser maestro en todos los oficios. Sabía hacer cuanto se requiere en una hacienda campesina, pero se dedicaba sobre todo a los trabajos de carpintería y ebanistería. Recuerdo aún la espuma amarillenta de las virutas que caían como lavándole sus manazas de obrero. Y puedo distinguir todavía por el olor las especies de los árboles: el arce almibarado, el roble amargo y el pino áspero eran las maderas que utilizaba mi padre para fabricar objetos útiles para la gente.

En resumen, tengo tanta estima por la madera como por el metal. Anna Timofeievna, mi madre, me hablaba mucho del metal. Su padre, abuelo mío, trabajaba de ajustador en la fábrica Putilov de Petrogrado. Por lo que me contaba mi madre, era un hombre fortachón, maestro en su oficio, un obrero de alta cualificación..."