viernes, 30 de noviembre de 2012

Internacionalismo Educativo: La Universidad de Amistad de los Pueblos

Estos días se está celebrando el "Foro Internacional de Graduados Extranjeros en la Unión Soviética y Rusia" con el objetivo de reunir antiguos estudiantes que fueron a estudiar a la URSS (o posteriormente Rusia). El evento académico reúne a cientos de profesionales de todo el mundo que en su día fueron a formarse a la URSS. El evento se está celebrando en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, denominada en tiempos soviéticos "Universidad de Amistad de los Pueblos Patrice Lumumba" (en honor al revolucionario congoleño asesinado por el imperialismo).

La Universidad de Amistad de los Pueblos surge ante la necesidad de crear los cuadros profesionales y técnicos que desarrollaran la lucha contra el colonialismo en la década de los 50 y 60. La URSS ofrece la posibilidad de estudiar a jóvenes procedentes de familias pobres de Asia, África y América Latina, fundamentalmente.

En 1961 se funda la Universidad, y es bautizada con el nombre de Patrice Lumumba, asesinado ese mismo año. La primera promoción estuvo compuesta por 228 especialistas procedentes de 47 países. La admisión  se hacía mediante los consulados y embajadas soviéticas, por medio de todo un sistema de becas. El número de licenciados por cada promoción fue creciendo, incluyendo a estudiantes de multitud de etnias y nacionalidades distintas.
La Universidad pronto adquirió prestigio internacional. Se compone de las facultades de Ciencias Experimentales, Medicina, Agricultura, Ecología, Letras, Ciencias Sociales, Ingeniería, Economía, Derecho y Filología; así como multitud de sucursales, institutos asociados, centros etc. 

Estudiar en esta Universidad no sólo daba una experiencia vital única, por conocer compañeros de todas las nacionalidades, si no que a nivel profesional suponía un enorme prestigio. La pedagogía soviética era de primer orden a nivel mundial y los alumnos salían perfectamente preparados para desempeñar sus profesiones.

Esta universidad era la puesta en marcha de una apuesta por el internacionalismo y la solidaridad. En la URSS se llegó a la conclusión de que una buena manera de conseguir la liberación nacional de las colonias, pasaba por desarrollar las fuerzas productivas en estos países. Que mejor manera de hacerlo que formando generaciones de profesionales de todas las naciones, sin tener en cuenta el poder adquisitivo de los estudiantes.

En el actual encuentro de antiguos estudiantes, Solomon Retta (etíope) recuerda aquellos años de estudiante en la URSS: "Me sentía feliz y vivía bien aquí: buena gente, chicas hermosas, todo estaba bien. Incluso estuve en un koljos (cooperativa agrícola), en una aldea. No me olvido de la bondad del pueblo soviético. Soy especialista en planificación de la economía nacional. La educación que recibí aquí me ayuda mucho."

Fidel visitó la Universidad en 1963

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Alexei Leonov, el hombre que dio el primer paseo espacial

Alexei Leonov nació en 1934 en una pequeña aldea de la Región siberiana de Kemerovo, en donde su padre picaba carbón en la mina. En 1947 se traslada con su familia a Kaliningrado. Tras pasar por academias de vuelo, pasa a formar parte de la Fuerza Aérea Soviética.

En 1957, la URSS ponía en órbita el primer satélite artificial. Que un Estado recientemente devastado por la guerra, consiguiera con éxito una operación de tal envergadura, provocó mucho miedo en occidente (especialmente en EEUU). El Sputnik, ponía de manifiesto la avanzada ciencia soviética. Comenzaba así, lo que se conoce como carrera espacial.

En 1960, fueron seleccionados 20 pilotos de la Fuerza Aérea para ser los primeros cosmonautas. Estos 20 pilotos fueron sometidos a un duro entrenamiento intensivo. Al año siguiente, Yuri Gagarin se convertía en el primer ser humano en viajar al espacio.
El 18 de marzo de 1965, despegaba en el aeródromo de Baikonur el Vosjod-2. A bordo viajaba el Comandante Pavel Belyaev y Alexei Leonov. Leonov era el encargado de dar el primer paseo espacial de la historia. Su juventud, su preparación física y su experiencia como experto paracaidista le hacían ideal para la misión. Durante los entrenamientos aprendió a salir por la abertura con los ojos tapados y con el pesado traje espacial, en menos de un minuto.

Belyaev abría la compuerta y Leonov, armado con una mochila de oxígeno y sujeto por un cordón de 5 metros, salía a realizar el primer paseo espacial. Sin suelo donde pisar, en el más absoluto silencio y con la Tierra como vista principal. Desde esa altura, podía observar la inmensidad del planeta y su belleza. Era el escenario perfecto para que por su cabeza pasaran todo tipo de reflexiones.

Los problemas llegaron cuando Leonov observa que su traje empieza a deformarse. La ausencia de presión hace que su traje comience a hincharse de forma preocupante. El cosmonauta, para salir de aquel embrollo, decide poner en práctica medidas arriesgadas prohibidas expresamente. En primer lugar abrió una válvula para reducir la presión del traje, cosa que le pudo causar la muerte por narcosis de nitrógeno. Para entrar a la nave, en lugar de meter primero los pies (como le habían ordenado), entró primero con la cabeza. Ya a salvo, en el habitáculo, comenzó a proferir todo tipo de maldiciones y blasfemias. Su determinación y su coraje le acababan de salvar la vida.

De esta forma, se convertía en el primer hombre en dar un paseo espacial fuera del vehículo. 12 minutos y 9 segundos son los que estuvo viviendo esa experiencia. Mucho menos tiempo del empleado en realizar este artículo, pero infinitamente más intensos e importantes. Del paseo, Leonov destaca "Lo que más me impresionó fue el silencio, un silencio absoluto, abrumador. Sentía cómo me latía el corazón, mi respiración forzada"

Pero ahí no acababa la aventura de estos dos cosmonautas. Aún quedaba volver a la tierra. Por la situación de la nave, sólo podían aterrizar en la parte norte de la URSS (muy cerca del círculo polar ártico). Cualquier fallo sería letal. Finalmente consiguen aterrizar en una zona despoblada, a 20º bajo cero. Algunos habitantes observan el aterrizaje desde la lejanía y avisan a las autoridades. Los cosmonautas tuvieron que estar tres días y dos noches a la intemperie, antes de ser rescatados.

De esta forma entró en la historia de la humanidad Alexei Leonov, con la valentía de atreverse a hacer algo que ningún ser humano había realizado jamás, hasta entonces. Por esta misión fue condecorado por primera vez como Héroe de la URSS, entre otras condecoraciones de primer nivel. Posteriormente realizó otra importante misión espacial en 1975. Hoy, con 78 años, sigue impartiendo conferencias por todo el mundo.
Entrevista a Alexei Leonov en Público
Detalles técnicos de la misión Voljod-2 en Ciudad futura
Leonov y Gagarin a la derecha
 
Monumento dedicado a Leonov en Kaliningrado

viernes, 23 de noviembre de 2012

Recreación de la Batalla de Stalingrado (en imágenes)

El 19 de noviembre se ponía en escena una espectacular recreación de lo que fueron los combates en Stalingrado. La actualmente denominada Volgogrado, acoge estos días multitud de actos solemnes, homenajes a veteranos o esta recreación de la batalla para conmemorar el 70 aniversario de la misma. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y que mejor manera de conocer la historia de una ciudad, que esta recreación. Los espectadores se amontonaban y buscaban lugares altos para poder contemplar la escena y es que los habitantes de Volgogrado saben que viven en una ciudad que es parte de la historia reciente. Aquí es donde Hitler comenzó a perder la Guerra. (Imágenes tomadas de englishrussia.com)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El nuevo y silenciado "telón" que separa Lituania de Bielorrusia

Hasta la caída de la URSS, Lituania y Bielorrusia formaban parte de la misma. Aunque ambas fueran Repúblicas distintas, estaban federadas a la URSS, pertenecían a un mismo Estado. Con la desaparición de la Unión soviética, ambas repúblicas proclaman su independencia.

Durante la época soviética eran muy normales las relaciones en esas zonas fronterizas. Familias con miembros en Bielorrusia y Lituania, matrimonios, amistades etc. Al fin y al cabo todos eran ciudadanos soviéticos. Con la disolución del Estado Soviético, las personas adquirieron la nueva nacionalidad lituana o bielorrusa, pero no tuvieron problemas de desplazamiento o de otro tipo. Se acababa de trazar una frontera en un mapa sin mayores consecuencias.

La división comienza a ser un problema en 2004, cuando Lituania ingresa en la UE y en el espacio Schengen. En esa frontera ya no sólo comenzaba Lituania, comenzaba la Unión Europea. En ese momento la frontera se blindaba, llegando a producir situaciones dantescas: largas colas en puestos fronterizos, familias divididas, localidades divididas etc. Los bielorrusos que van a Lituania necesitan previamente viajar hasta el consulado, formalizar todo tipo de trámites burocráticos, pagar 60 euros y hacer cola en el puesto fronterizo hasta que consiguen pasar. Todo para visitar a la familia a decenas de kilómetros.
Norvoliski, es una pequeña localidad que quedó dividida entre ambos lados fronterizos. Sus vecinos tenían unos campos comunes, un cementerio... todo quedó dividido. Hay gente que no puede visitar el cementerio, por ejemplo. Ambos lados del pueblo están separados por una alambrada. Se vivieron situaciones tan ridículas y dramáticas en su construcción como derribar los inmuebles que la obstaculizaran.

Hay casos sangrantes. Maridos que no pueden visitar a sus mujeres a escasos Kilómetros en Bielorrusia, pero sí pueden viajar libremente hasta Portugal, por ejemplo. Esta es la historia de esta alambrada, constantemente vigilada por los guardias fronterizos, y construida por imposición de la UE. Una valla que ha dividido pueblos que formaban parte de la URSS, ha dividido familias y amistades. Mientras los medios de comunicación siguen celebrando la caída del muro de Berlín, silencian otros muchos muros construidos en pleno siglo XXI. Desgraciadamente no es el único caso, y este tipo de muros es cada vez más habitual.
 

domingo, 18 de noviembre de 2012

La contraofensiva soviética en Stalingrado

En verano de 1942 el Ejército nazi ocupaba ya toda la parte occidental del territorio soviético. Moscú o Leningrado estaban cercadas, sólo faltaba saber cuanto tiempo iban a aguantar. Pero antes que tomar estas dos ciudades, el ejército nazi se marca otro objetivo: Ocupar el Cáucaso, donde se encuentra la inmensa mayoría de reservas petrolíferas de la URSS. Para ello los nazis deberían hacerse con el control de la ciudad que llevaba el nombre de Stalin.

Stalingrado poseía un gran tejido industrial y era un nudo ferroviario importante que conectaba el Cáucaso con el resto de la URSS. El 23 de agosto de 1942 los nazis inician la ofensiva sobre la ciudad mediante bombardeos aéreos. Los aviones de Wolfram von Richthofen, el mismo que dirigió el bombardeo de Guernika, bombardean la ciudad con más de 1000 toneladas de explosivos.
Los Panzer alemanes eran eficaces en campo abierto, pero en una ciudad perdían movilidad y capacidad de ataque (más sí la ciudad había sido reducida a escombros por los bombardeos). El Mariscal Zhukov llegaba a la ciudad días después. La batalla tenía lugar casa por casa, habitación por habitación. La esperanza de vida de los soldados en la ciudad era escasa. Muchas veces permanecían sin agua ni comida, incluso sin munición. Los soviéticos aguantaban sus posiciones en circunstancias muy desfavorables. Heroicas gestas se vivieron en Stalingrado: Alexander Rodimtsev, Ruben Ibárruri, Vassili Zaitsev, Chuikov...

En octubre, los nazis ocupaban la mayor parte de la ciudad. Pero se acercaba la peor pesadilla para los nazis: el invierno. La nieve hacía acto de presencia y el ejército soviético acumulaba soldados y armas. El 19 de noviembre de 1942 se iniciaba la gran contraofensiva soviética, la conocida como "Operación Urano".

El Ejército nazi atacaba la ciudad desde el oeste, pero al este, el río Volga les impedía la huída hacia delante. El Ejército soviético ponía en marcha una emboscada a gran escala. Se dividió en dos grupos, uno atacaba desde el norte y otro desde el sur. Los nazis no pudieron hacer nada desde el centro de la ciudad contra el avance de los T34 y los cohetes Katiusha. En apenas nueve días, el ejército soviético cercaba por completo a las 22 divisiones del 6º ejército alemán.
No fue en Normandía, ni en Pearl Harbor donde el fascismo perdió la guerra. No fueron los EEUU ni los británicos los que soportaron el mayor peso de la guerra. Fue la URSS, ocupada y destruida, la que hizo los mayores sacrificios para conseguir la victoria.

Aquel 19 de noviembre se iniciaba un ataque crucial. Aquel día no sólo cambió el curso de la batalla de Stalingrado, aquel día cambiaba el curso de la Guerra, el curso de la historia de la humanidad. Hoy se cumplen 70 años desde aquella heroica gesta. Hasta entonces los nazis combatían para ganar la guerra, desde entonces lo hacían para sobrevivir.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Uniformes soviéticos reviven en Moscú el desfile militar de 1941

En Rusia, el 7 de noviembre tiene un doble y profundo significado. Por una parte evoca a la Revolución de Octubre y por otra recuerda el gran desfile militar que tiene lugar en Moscú tras la invasión nazi en 1941. Para conmemorar el primer aniversario de la Revolución de Octubre, se organiza en Moscú un gran desfile militar (desfile que se produce año tras año en la Plaza Roja).

En 1941, tras la invasión y el rápido avance alemán, Moscú es prácticamente sitiada. Mientras los invasores acechaban a las puertas de Moscú durante todo el mes de octubre de 1941, Stalin preguntaba a Zhukov sobre la viabilidad militar de celebrar el desfile del 7 de noviembre. Éste respondía “En los próximos días el enemigo no podrá realizar una ofensiva a gran escala, ha tenido grandes pérdidas y necesita reagrupar las tropas”.
En aquellos difíciles momentos, el desfile debía servir para inyectar moral al Ejército soviético. Tenía un enorme valor simbólico. 24.000 soldados tomaron parte de aquel desfile, sabiendo que en cualquier momento tendrían que volver a combatir para proteger la URSS (tenían orden de estar listos para el combate incluso en el propio desfile). En su discurso, Stalin se mostró seguro de que los soviéticos no solo defenderían su patria, sino que además liberarían también a otros pueblos. Atrevida pero profética afirmación.

El pasado 7 de noviembre, la Plaza Roja volvería a ver desfilar uniformes soviéticos para conmemorar aquel histórico gesto. Desde aquel desfile de 1941, la moral del Ejército soviético cambió. Habían perdido muchas vidas y territorio sin apenas capacidad de contener el avance alemán. Aquel gesto de desprecio hacia el enemigo y el espíritu de la Revolución de Octubre devolvían la moral necesaria para la contienda. El próximo desfile militar en Moscú, sería ya en 1945: El desfile de la Victoria.
 
 
 
 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

95 años desde la Revolución que estremeció al mundo

Lenin llegaba a Petrogrado desde el exilio en abril de 1917. Centenares de obreros se agolpaban para recibirle, esperando una felicitación por haber derrocado al Zar. Lejos de aquello Lenin, tenía planes más ambiciosos: No bastaba con echar al Zar, había que tomar las riendas del Estado.

Ya en Octubre (Noviembre según el calendario juliano) la Guardia Roja estaba bien armada, todo parecía haber triunfado pero el gobierno aún no se había rendido. Había orden gubernamental de impedir que el periódico Pravda viera la luz, pero una unidad de la Guardia Roja apareció, permitiendo así la reanudación de la impresión del diario bolchevique. El gobierno de Kerenski estaba cada vez más sólo, sus tropas se debatían entre obedecer a un gobierno moribundo o desertar.

Durante la madrugada de aquel 7 de noviembre, la Guardia Roja toma lugares estratégicos de Petrogrado. Los soldados de la Guardia Roja eran muy superiores en número a los leales a Kerenski, el poder real no estaba ya en manos del gobierno. Sólo faltaba el acontecimiento que formalizase el traspaso formal del poder. A las dos de la madrugada se reunía el II Congreso de los Soviets, en donde Lenin intervenía. Mientras tanto los bolcheviques seguían tomando posiciones clave.

A primera hora de la mañana Kerenski abandona Petrogrado, como lo abandonó el Zar en 1905 pero esta vez había una diferencia: El gobierno no se enfrentaba a una multitud indefensa a la que poder masacrar, se enfrentaba a miles de obreros armados que pedían paz, pan y tierra.

A las 9:45 el crucero Aurora disparaba una salva, era la señal convenida para tomar el Palacio de Invierno. Es aquí donde las pocas fuerzas leales al gobierno plantaron cierta resistencia, aunque tras 15 horas de combate los bolcheviques tomaban el palacio. Por primera vez en la historia la clase obrera tomaba las riendas de un Estado.

Los bolcheviques establecieron un gobierno de "Comisarios del Pueblo", cuya principal prioridad fue lograr la paz con Alemania, puso fin a la gran propiedad de la tierra, nacionalizó los bancos, ordenó que las fábricas fueran controladas por los obreros y organizó elecciones para elegir una Asamblea Constituyente. Conmocionados y asustados, las potencias europeas envían soldados y armas a quienes no aceptan el nuevo Estado obrero. El futuro inmediato deparaba una guerra civil y la construcción del nuevo Estado.
 
 

viernes, 2 de noviembre de 2012

La vida del aviador español, José María Bravo, será llevada al cine

La vida del aviador español, José María Bravo, será llevada al cine de la mano del director ruso Alexander Tsatsúev. El director aprovechó una visita a Madrid para conocer a José María, tras haber leído el libro autobiográfico "seis doble". El propio piloto ejerció como guionista en la película.

La película narra la vida del aviador en la Unión Soviética y su participación en los combates contra la aviación nazi. Sobre la necesidad de este tipo de películas, el director afirma "Creo que hay cosas que tienden a desaparecer, pero nuestra gran victoria y la hazaña de nuestro pueblo no deben olvidarse jamás. Hay que rodar este tipo de películas y las debería ver todo el mundo: desde los más pequeños a los más grandes, para que esta hazaña quede eternizada para siempre."

José María Fernández nació en Madrid en 1917. Tras el golpe de estado fascista decide defender la República alistándose en la aviación. Para su formación como piloto de combate es enviado a la URSS, donde se familiariza con la táctica aérea y el uso del Polikarpov I-16 (conocido popularmente en España como "mosca"). En verano de 1937 regresa a España, donde empieza a realizar las hazañas que harán que en Mayo del año siguiente tenga ya el rango de Capitán. Comienza a mandar la 3ª Escuadrilla de Moscas, unidad en la que combate en las batallas de Levante y del Ebro (con tan sólo 22 años). Durante la guerra, derribó nada más y nada menos que 23 aviones fascistas.


Una vez perdida la guerra y tras pasar por campos de concentración en Francia se instala en la ciudad soviética de Jarkov. Allí nuevamente se verá en el deber de combatir al fascismo, alistándose en la Fuerza Aérea Soviética. En 1943, lideró la escolta aérea de Stalin, siendo el único extranjero al que se permitió acompañar a Stalin en la Conferencia de Teheran (hecho que hizo crecer su fama). Tras su retirada de la vida militar, impartió clases de castellano en Moscú. En 1960 regresa a Madrid, donde residirá hasta su muerte en 2009.

Esperamos con ansia poder ver la película en castellano. De momento, nos tenemos que conformar con ver un tráiler en ruso. Esta es una de las tantas personas que defendieron la República arriesgando su vida y que su reconocimiento público fue escaso. Afortunadamente, la URSS supo hacer un reconocimiento a estos luchadores antifascistas y dar un agradecimiento público que en España nunca recibieron. El "Polikarpov" que él pilotó, será siempre reconocido por llevar pintada una ficha de dominó (el seis doble). Aún puede verse en el madrileño aeródromo de Cuatro Vientos.