martes, 24 de junio de 2014

24 de junio de 1945, Moscú recibe a los héroes que acabaron con el fascismo

El 24 de junio de 1945 las calles de Moscú acogieron un gran desfile militar en el que el Ejército Rojo marchaba orgulloso por su victoria frente al fascismo. Este desfile, de gran valor simbólico, servía así para que el pueblo soviético rindiera homenaje a aquellos héroes y también para mostrar al mundo el poderío militar de la Unión Soviética.

El desfile se celebraba 46 días después de la capitulación alemana. El estado soviético, nacido tan sólo 23 años antes, acababa de derrotar militarmente al fascismo, liberando a media Europa de la ocupación alemana. 
1400 músicos marcaban el paso de los soldados, soldados de unidades de todos los frentes. El desfile organizaba a las unidades de Norte a Sur: Primero los combatientes en Karelia, luego los héroes del Báltico, los que llegaron a Berlín con el Frente Bielorruso, el Frente de Ucrania, del Cáucaso... Todos desfilaron por la Plaza Roja ante el mausoleo de Lenin, donde observaban los más altos funcionarios del Estado Soviético. El Comandante del desfile fue el Mariscal Rokossovski, que demostró grandes dotes de mando en la defensa de Moscú, en Stalingrado, en la Batalla de Kursk, en la liberación de Kiev y en la liberación de Polonia. El encargado para pasar revista a las tropas no podía ser otro que el Mariscal Zhukov, ante quien capituló el Ejército alemán.

El momento más emotivo del desfile fue cuando los soldados soviéticos portaban inclinados hacia el suelo, distintos estandartes nazis. Los estandartes de las más crueles y experimentadas unidades de las SS, habían sido capturados por el Ejército Rojo. Los soldados condujeron estos estandartes hacia una gran hoguera donde fueron quemados con total desprecio. Esto servía para recordarle al mundo quien había liberado Europa del nazismo, y para que cualquiera que se atreviera a invadir territorio soviético supiera cual sería su final.