Fuerzas extraparlamentarias protestan en Rusia por los resultados electorales

Detención de S.Udaltsov

Las protestas en Rusia por el resultado de los comicios, dejó un saldo de centenares de detenidos. La oposición extraparlamentaria convocó concentraciones que contaron con la presencia de miles de personas. La prensa occidental subrayó el hecho de que fueron detenidos Serguei Udaltsov y Eduard Limónov, sin precisar las diferencias entre uno y otro, como si se tratara de lo mismo. Habría que hacer alguna precisión al respecto:

Udaltsov lidera el Frente de Izquierdas, es comunista. Por el contrario, Limónov lidera el PNB, partido de clara inspiración fascista (Rusia para los rusos, coreaban sus seguidores). Mientras uno lucha por la restauración de la URSS, el otro habla de abandonar territorios que pertenecen a Rusia por no ser étnicamente eslavos.

Udaltsov, fue detenido en Moscú cuando se dispuso a instalar una tienda de campaña en donde iniciar una huelga de hambre, alegando el derecho constitucional de reunión pacífica. Limónov, en cambio, fue detenido por haber participado supuestamente en una agresión a un periodista.

Militantes del Frente de Izquierda

El Frente de Izquierdas, liderado por Serguei Udaltsov, es una coalición entre organizaciones de izquierda extraparlamentaria. En estas elecciones apoyaron a Zyuganov de forma explícita durante toda la campaña. Las organizaciones que componen el Frente de Izquierdas son:

• Vanguardia de la Juventud Roja (AKM): liderado por Udaltsov.
• Partido Comunista Obrero Ruso: liderado por el que fuera diputado, Victor Tyulkin.
• Movimiento Socialista Ruso (RCD): Con ideología altermundista.
• Acción autónoma: anarquistas.

Tal y como pasó en diciembre, los interrogantes que surgen de la jornada de protesta de ayer son varios: ¿están interesados en esclarecer el resultado electoral o en pescar en río revuelto? ¿quienes son realmente opositores y quienes están al servicio de intereses ocultos? ¿son manifestantes honestos o simples provocadores? Parece que hay de todo entre quienes protestan contra los resultados. Una cosa está clara: Putin tendrá que enfrentarse a un problema de confianza surgido desde el inicio de su mandato. Las irregularidades están ahí, independientemente de quien proteste contra ellas.