viernes, 8 de mayo de 2015

7 canciones que marcaron la Gran Guerra Patria


Los difíciles años de la guerra hicieron que la música se convirtiera en un canal de expresión importante. Las canciones alentaban el valor de los combatientes, la pena y el dolor ante la barbarie o sentimientos tan humanos como el amor o el miedo. Cantando y tocando se mataba el tiempo en el frente, con canciones que hacían sobrellevar aquellos duros momentos. 

Hoy, se cumplen 70 años de la capitulación nazi ante la Unión Soviética, 70 años de la Victoria. A modo de homenaje a toda aquella generación y a todos los pueblos que plantaron cara al fascismo, aquí está una selección de las canciones más significativas:

1 "Священная война" (La guerra sagrada): Su letra fue publicada unas horas después de la invasión nazi en los diarios "Izvestia" y "Estrella Roja". La letra era una llamada a una lucha a muerte contra los nazis que acababan de invadir el suelo soviético. El compositor Alexandr Alexandrov le puso música a aquella poesía tan desgarradora como patriótica. La canción comienza con un ritmo similar a una marcha firme, entonando las primeras estrofas "Levántate gran pueblo,  levántate a luchar hasta la muerte". Su estribillo será de los más recordados de aquellas canciones de guerra "Golpea con noble ira, azota como una ola, hay una guerra popular, una guerra sagrada". Es una canción muy emotiva, que recuerda el horror, el sacrificio y el sentido del deber de aquel mes de junio de 1941.
2 "Катюша" (Katiusha): Katiusha, diminutivo de Ekaterina. Fue una de las canciones más populares de la guerra. Aunque la canción nació en 1938, fue en los años de guerra cuando esta alegre canción servía para sobrellevar las penurias propias del momento. La canción trata sobre una chica que añora a su amado mientras éste está cumpliendo con su deber militar. El estribillo alegre de esta canción sigue siendo un símbolo de identidad: "Florecían los manzanos y perales, sobre la niebla del río, salía la joven katiusha, sobre la empinada rivera"

3 "смуглянка" (Smuglianka): Podríamos traducirlo como "Morenita". Es otra canción anterior a la guerra (1940), pero que alcanza popularidad en el frente de batalla. La idea original de la canción era rendir homenaje a una chica anónima moldava, pero parecía referirse por anticipado a la lucha contra la ocupación en el oeste de la URSS. "Una morenita moldava, apareció un chico en el camino, de la guerrilla moldava, hoy temprano en la guerrilla, abandonamos la casa, te espera un camino, con los partisanos en el bosque" cuenta la canción sobre una joven llamada a unirse a la guerrilla.

4 "Тёмная ночь" (Noche oscura): Esta canción se escribió en 1943 para la película "dos soldados". Pronto se popularizó esta canción y hoy se recuerda entre las más queridas y desgarradoras. La letra es una emocionante carta que un soldado envía a su esposa desde el frente. En ella el soldado escribe con gran pena por estar alejado de ella y promete volver vivo a casa. "La noche es oscura, sólo las balas silban en la estepa, sólo el viento silva en los cables, las estrellas brillan tenues. En la noche oscura de ti, mi amor, lo se, no duermes" dice esta canción.

5 "Марш защитников Москвы" (Marcha de los defensores de Moscú): Las estrofas se crearon en las vísperas de la Batalla de Moscú, en noviembre de 1941, cuando los alemanes se iban acercando a la capital soviética. La música es típicamente militar y castrense, con ritmo de marcha y voces en coro. Fue una canción para elevar la moral de los soldados, con un tono agresivo y de fe en la victoria. Cinco años antes los fascistas se chocaron con un muro en Madrid, en 1941 fue Moscú. "No vamos a fallar en la batalla, en la capital de los tuyos, vamos camino de Moscú, pared indestructible"

6 "Нам нужна одна победа" (Necesitamos una victoria): Canción para mantener alta la moral de combate que trata sobre la importancia de pelear por cada metro de tierra. "Se acerca el incendio final, todo es importante, las dudas de difuminan en la noche, Nuestro décimo batallón de combate"

7 "Давно мы дома не были" (Durante mucho tiempo estuvimos fuera de casa): Escrita en Mayo de 1945, en vísperas de la rendición nazi. Ya existía en la URSS un sentimiento de alivio, que culminó con la alegría de la capitulación nazi. En esta canción se canta a esa sensación de alivio, de despertarse después de una larga y horrible pesadilla. 

domingo, 3 de mayo de 2015

10 novelas soviéticas sobre la guerra contra el fascismo


Se cumplen 70 años de la Victoria contra el nazismo. 70 años de memoria, de agradecimiento, de rabia y a la vez de reconocimiento ante quienes supieron cumplir con su deber. Aunque Holliwood no escatime en pintar Pearl Harbor o el Desembarco de Normandía como las principales batallas de la guerra, la realidad fue otra. Fue el los cercos de Moscú o Leningrado, en las calles de Stalingrado o en los campos de Kursk donde se decantó la contienda. El 70% de las bajas de la Segunda Guerra Mundial fueron soviéticas. Fue la URSS quien cargó en sus espaldas con las responsabilidad de barrer con el nazismo.

Una realidad silenciada por quienes intentan sacralizar batallas menores. Por ello, frente a quienes buscan el olvido y la desmemoria, recomendamos estas diez novelas soviéticas. Algunas son las más reconocidas, y otras son más difíciles de encontrar, pero las diez se encuentran traducidas al castellano:

Combatieron por la patria: Escrita por el brillante Mijail Sholojov, quien ganaría en 1965 el Premio Nóbel de literatura. La novela aborda la difícil situación de un destacamento soviético en las estepas del Don, luchando contra un invasor superior en número y armamento. Las motivaciones de los combatientes y el sobrehumano sentido del deber, contrastarán con los pequeños detalles que se pueden ver en esta novela. Cuando uno lee esta novela, puede comprender el lado humano de los héroes.

La nieve ardiente: Una obra que sirve para ilustrar lo que fue Stalingrado desde el punto de vista soviético. En ella, los valientes defensores de Stalingrado tendrán que enfrentarse al invasor y a un enemigo aún mayor: el frío. Una situación en la que salen a relucir comportamientos totalmente sobrehumanos sin que sus protagonistas pierdan en ningún momento la humanidad, llegando a surgir sentimientos de amor en medio de aquel infierno helado.
La Jóven Guardia: Historia real que es llevada a novela por Alexandr Fadeiev. En ella, el lector puede seguir la lucha de un grupo de adolescentes miembros de la Juventud Comunista clavando su aguijón a las bestias nazis. Tras la ocupación de Krasnodón, estos jóvenes se armaron de valor para infligir el mayor daño posible al invasor. La organización clandestina se hacía llamar "La Joven Guardia"

Los soldados no se ponen de rodillas: Novela que trata como hicieron frente los soldados soviéticos al cautiverio en los campos de concentración nazis. Toda una lección de dignidad y compromiso antifascista. Su autor es V. Liuvobtsev.
El Comité Regional Clandestino Actúa: Impresionante relato basado escrito por un jefe guerrillero. Tras las líneas enemigas los soviéticos constituyeron grupos guerrilleros para atacar en la retaguardia. En esta novela se puede vivir el día a día de la guerrilla, contada por uno de sus protagonistas: Alexei Fiodorov. Emocionantes y dramáticos sentimientos los que tuvieron que vivir los guerrilleros.

El destino de un hombre: También escrito por el Premio Nóbel Mijail Sholojov. Esta novela trata el cautiverio en un campo de concentración nazi. Las penurias a las que se tuvieron que enfrentar los prisioneros, sus sueños, sus miedos, su patriotismo.
Un hombre de verdad: Boris Polevoi cuenta en este relato las andanzas de Alexey Maresyev, piloto de caza. Un accidente tras las líneas enemigas será el comienzo de una carrera por escapar de la muerte. Todo un relato de heroicidad que servirá para acercarse a la realidad de quienes hicieron la guerra desde el aire.

A solas con el enemigo: Esta novela trata otra manera de combatir en una guerra, la de un soviético que se dedica a labores de inteligencia. Grigori Goncharenko se infiltra en la estructura militar nazi haciéndose pasar por alemán. La tensión entre sus dos personalidades, su astucia, sus conocimientos como agente secreto, quedarán perfectamente mostrados en esta novela.

Nadie es soldado al nacer: Novela escrita por Konstantin Simonov. Protagonizada por Tania, una doctora soviética cuya existencia servirá para seguir los acontecimientos de la guerra. Moscú, Smolensk, Stalingrado... son los lugares en donde se decide el futuro de la humanidad.

Los amaneceres aquí son más tranquilos: Esta novela transcurre en uno de los muchos y extensos bosques de la Unión Soviética. En la novela, el lector puede ir viendo la hazaña de un grupo de mujeres enfrentándose al Ejército mejor armado y más poderoso del mundo.

jueves, 9 de abril de 2015

Documentos desclasificados del día que la URSS fue invadida por los nazis

El gobierno ruso ha desclasificado una serie de documentos gráficos relativos al 22 de junio de 1941, aquel domingo la maquinaria de guerra alemana profanaba el territorio soviético. Fue un ataque sin precedente en la historia militar. La Alemania nazi desplegaba 190 divisiones, más de 400 tanques, 47.000 cañones y morteros, 4.500 aviones, 200 barcos etcétera.

El primer golpe lo dieron de madrugada. Los bombarderos alemanes durante las primeras horas atacaban aeródromos, fábricas, puestos fronterizos, inhabilitaban carreteras y vías ferroviarias. Las principales ciudades de Letonia, Estonia, Lituania, Bielorrusia, Ucrania y Moldavia; eran bombardeadas desde el aire.

La artillería alemana centraba su ira en las posiciones del Ejército Rojo. Un brutal ataque, que no tiene precedentes en la historia, y que posteriormente no se ha vuelto a repetir uno de tal envergadura.
En las fotografías publicadas, se observa a los soldados del Ejército Rojo con semblante tranquilo y feliz casi. Es como si estuvieran impacientes de entrar en combate. Pocos se imaginaban el brutal ataque al que tendrían que hacer frente y muchos de ellos caerían en combate en los primeros días o meses de la contienda.
Entre los documentos desclasificados también se encuentran fotografías y documentos capturados a los nazis relativos al primer día de la invasión. Las imágenes secretas hasta ahora, corresponden a los sectores de Leningrado, los países Bálticos, y todo el frente Sur correspondiente a Kiev.
Un coronel nazi "perdía" su diario. La inteligencia soviética lo traducía y hoy se desclasifica.



Mapa del Ejército Rojo en el que se sitúan las posiciones. Se pueden observar las ciudades de Konigsberg, Kaunas, Vilna, Minsk.
Orden del Ministro de Defensa de la URSS, emitida a las 7:15, La URSS acababa de ser atacada.
La página web creada por el Ministerio de Defensa de la Federación Rusa, puedes consultarla aquí.
Artículo relacionado: La fortaleza de Brest y la dignidad de sus defensores

domingo, 15 de marzo de 2015

El empeño soviético en acabar con la viruela

Como casi todas las contribuciones de la URSS al progreso de la humanidad, ésta no goza ni mucho menos del merecido reconocimiento. Aquellos que propagan las ideas anticomunistas, atribuyendo a la URSS todo tipo de crímenes, son incapaces de reconocer el tremendo avance que supuso aquella Unión de Repúblicas para mejorar la vida de la humanidad. A la contribución soviética a la paz, el desarrollo de derechos básicos o la cultura; hay que añadir su enorme contribución a la ciencia y a la salud pública.

Una enfermedad que llevaba miles de años cobrándose vidas humanas, fue erradicada debido al empeño soviético. Se han encontrado momias del Antiguo Egipto, que atestiguan los estragos que causó la enfermedad de la viruela. La llegada de europeos a América supuso la muerte de millones de personas que fueron contagiadas con la enfermedad. Especialmente virulenta se mostró la enfermedad en la Europa del Siglo XVIII. En el siglo XX se estima que la viruela se cobró varios centenares de millones de vidas humanas, el equivalente a la población actual de EEUU o gran parte de la UE.
La viruela solía afectar a niños y niñas en la mayoría de los casos, aunque había gente que se contagiaban de adultos. Los más pequeños se enfrentaban a un 50% de posibilidades de fallecer a causa de la enfermedad. Una vez contagiada una persona, el virus de la viruela se reproduce infectando célula a célula durante un periodo de incubación de unas dos semanas. Después las células infectadas revientan liberando millones de virus, dando lugar a fiebres, nauseas y dolores. Posteriormente, comienzan a aparecer unas aparatosas erupciones en la piel, siendo esta la fase más crítica de la enfermedad. Los que lograban sobrevivir, lo hacían con cicatrices que les acompañarían de por vida, o con ceguera.

Esta durísima enfermedad no tenía tratamiento, pero una vez pasada el cuerpo se hacía inmune. Así comenzó la costumbre en Asia de contagiarse a propósito (en la fase en la que la enfermedad comienza a remitir y el virus es débil), con el fin de inmunizarse. En el siglo XIX, se popularizó una vacuna, que consistía en inyectar una variante leve del virus. A pesar de todos estos avances, la viruela seguía cobrándose víctimas mortales.
Viktor Zhdanov, Viceministro de salud de la URSS y excelente científico, tuvo uno de esos propósitos "imposibles" pero necesarios: erradicar la viruela de faz de la tierra. Zhdanov nació en la región minera de Donetsk en 1914. En 1936 se graduó en el Instituto Médico de Jarkov y en 1941 en la Universidad de Leningrado. Durante la invasión nazi, ejerció como médico en el Ejército. En 1946 publicaría su tesis doctoral sobre la hepatitis A, siendo después fue jefe del Laboratorio Ivanovsky.

En 1958 presentó ante la Asamblea de la OMS en Minneapolis, un exhaustivo plan para erradicar la viruela. El plan no tenía precedentes y era un locura propia de un soñador quijotesco. Durante más de una hora expuso su plan, en el que se planificaba detalladamente como acabar con la viruela en cinco años. El plan consistía en una vacunación masiva a escala internacional de carácter obligatorio para todos los países, sí se mantuviera un sólo brote, la enfermedad no podría pasar a los libros de historia. El coste del plan correría a cuenta de los países ricos.
Además del plan, la URSS puso de antemano recursos materiales como un millar de médicos preparados y 25 millones de vacunas fabricadas para comenzar a actuar (Cuba puso otros dos millones de dosis). A pesar de la locura del plan, hubo miembros de la OMS que votaron a favor del plan, sólo por no dejar que la URSS en solitario se enfrentara a tal reto. La Asamblea de la OMS aprobó el plan soviético por sólo dos votos de diferencia.

El plan comenzó a implementarse en 1959, y aunque en el camino fueron surgiendo dificultades que alargaron la erradicación del virus. En 1977 se produjo en Somalia el último caso de viruela contraída de forma natural, aunque en 1978 se produce un contagio en un laboratorio en Gran Bretaña. La persona que se contagió, murió sin transmitir la enfermedad y es la última muerte por viruela. En 1980 la Organización Mundial de la Salud declaró formalmente la extinción de la enfermedad. Había sido uno de los mayores logros de la humanidad y de la ciencia, apenas reconocido al principal causante de esta gran hazaña: La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.




domingo, 18 de enero de 2015

El compromiso de Pablo Neruda con la URSS

Cuando el fascismo cubrió España de sangre, Pablo Neruda puso su pluma al servicio del ejército Popular que defendía la República. Cuando en 1941, la Alemania nazi invadía la Unión soviética, el mundo de las letras se puso a combatir con sus poemas. Es el caso de uno de los más ilustres poetas, el del chileno Pablo Neruda, cuya solidaridad con el pueblo soviético quedó grabada para siempre en aquellos duros momentos.

El Ejército alemán llegó sorprendentemente rápido a las puertas de Leningrado, la ciudad de las tres Revoluciones, pero más sorprendente fue aún la resistencia que los soviéticos hicieron en la ciudad. Leningrado estaba completamente cercada, Pablo Neruda escribía: “Y miro a las puertas de Leningrado como miré a las puertas de Madrid, la charca de sangre de donde puede salir la nueva salvación terrestre, y acongojado hasta el fondo con tantos dolores de la humanidad e iluminado por las esperanzas que  nacen de la sangre de la gran nación patriótica y heroica defendida de los bárbaros invasores por millones de corazones rojos”. 
Con motivo de la celebración del aniversario de la Revolución de Octubre, se organizó en Moscú el 7 de noviembre de 1941un gran desfile militar de las fuerzas que debían defender la ciudad del enemigo que se encontraba a escasos kilómetros. Para entonces Neruda escribió un poema llamado 7 de Noviembre, Oda a un día de Victoria, que dice:

"Alabados sean tus héroes, y cada gota
de tu sangre, alabada
sea la desbordante marejada de pechos
que defienden tu pura y orgullosa morada!

Alabado sea el heroico y amargo
pan que te nutre, mientras las puertas del tiempo se abren
para que tu ejército de pueblo y de hierro marche cantando
entre ceniza y páramo, sobre los asesinos
a plantar una rosa grande como la luna
en la fina y divina tierra de la victoria"
Aunque la victoria nazi se daba casi por supuesta, en Stalingrado el Ejército Soviético resistía de forma espartana. El mundo se estremecía con cada noticia que llegaba de aquella ciudad, pues allí se decidía el futuro de todo el mundo. En 1942, Neruda organizaba eventos de solidaridad hacia la causa soviética, en uno de estos actos leía:

"Ciudad, Stalingrado, no podemos
llegar a tus murallas, estamos lejos.
Somos los mexicanos, somos los araucanos,
somos los patagones, somos los guaraníes,
somos los uruguayos, somos los chilenos,
somos millones de hombres.

Ya tenemos por suerte deudos en la familia,
pero aún no llegamos a defenderte, madre.
Ciudad, ciudad de fuego, resiste hasta que un día
lleguemos, indios náufragos, a tocar tus murallas
como un beso de hijos que esperaban llegar.
Stalingrado, aún no hay Segundo Frente,
pero no caerás aunque el hierro y el fuego
te muerdan día y noche."


En su poema Nuevo canto de amor a Stalingrado, Neruda escribía

"Deshechas van las invasoras manos,
triturados los ojos del soldado,
están llenos de sangre los zapatos
que pisaron tu puerta, Stalingrado.

Tu acero azul de orgullo construido,
tu pelo de planetas coronados,
tu baluarte de panes divididos,
tu frontera sombría, Stalingrado."

Pablo Neruda, aquel poeta reconocido que podría haber tenido una vida fácil sin necesidad de prestarse a causas tan difíciles, pero que veía un deber poner su pluma al servicio de la justicia y la humanidad. Años después Pablo afirmaba sobre la URSS "si la Unión Soviética no hubiese dado su sangre, su inteligencia, su coraje desesperado y su firmeza inagotable para terminar con el imperio nazi, la independencia de los países latinoamericanos sería en esta hora un sueño del pasado."

En septiembre de 1973, agonizaba Neruda en un hospital en Santiago de Chile cuando un golpe militar acababa con la democracia y la vía chilena al socialismo. De la misma manera que en España o en la URSS, ahora el fascismo llamaba a su patria para ahogar un proyecto de justicia social. La URSS acogería a una gran cantidad de exiliados chilenos y prestaría apoyo y solidaridad a la causa del pueblo chileno. Pablo Neruda se iba de este mundo y la URSS devolvía la solidaridad que le debía a Chile gracias al poeta.
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